viernes, 14 de marzo de 2014

Yo sé quién soy

Hay momentos en la vida en que uno tiene que pararse a pensar dónde esta, hacia dónde va y sobretodo preguntarse en que dirección quiere caminar. Hace ya tiempo que viví el último de esos momentos y a partir de entonces tuve muy clara la respuesta más importante a la última de esas preguntas. Iré solo allá donde quiera ir. Consecuencias de esa elección? Muchas y muy variadas, unas buenas y otras no tanto, pero todo compensa si por las noches me voy a la cama con la tranquilidad que da vivir con coherencia, sin hipocresía y sobretodo sin fallarme a mi misma.

Pero desgraciadamente el mundo no funciona así. El mundo funciona a golpe de falsedad, de obligaciones impuestas, de dobles raseros, de pseudoamistades con peaje por fidelidad, de mentiras y engaños que nacen ya en el fondo de cada ser humano y envuelven cada parcela de su vida.

Siempre lo he dicho, no me considero mejor ni peor que nadie. No soy un ser virginal, impoluto, maravilloso y lleno de bondad. Soy una persona con muchísimos mas defectos que virtudes… en realidad vivo mi día a día rozando varios de los pecados capitales, pero sí puedo sentirme orgullosa de no envidiar ni odiar a nadie y principalmente de tener una sola cara. Una cara que no gustará a muchos, a la mayoría de hecho, pero que es la mía porque así lo he decidido. Seria muy fácil para mí cambiar el encabezado de esta reflexión en voz alta, tal fácil como haber decidido hace años que la dirección en la que quiero ir es aquélla donde todo el mundo me quiera, me adore. Hacer amigos de temporada en cualquier aspecto de mi existencia, tanto en este tan pequeño que representa el mundo virtual como en el más importante que es el real. Pero eso no es prioritario para mí. No me sirve.

Y claro, así me va , pero a estas alturas no tengo ninguna intención de cambiar, aunque lo que se lleve sea hacer la pelota al prójimo para quedar bien, aunque lo inteligente sea lamer todos los culos posibles para ganar adeptos, sonrisas y flores, aunque lo prudente sea decir sí cuando nace decir no y al revés, porque así serás lo mas guay del mundo mundial. No, no voy a venderme y además no voy a justificarme por no hacerlo.

Soy lo que soy y como soy, puedo ser querida o ser odiada, todos somos libres de elegir, ser lo que queremos ser y estar con quien nos apetece estar, solo espero que nadie se atreva a juzgarme por ser consecuente... seria un tanto absurdo, no?

Cristina


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